Cátedra de la Paz y Derechos Humanos

En el contexto de Mérida, Ciudad Internacional de Paz, el papel fundamental desempeñado por los campesinos merideños en la producción agrícola resalta como una piedra angular para el bienestar de la comunidad.

La fértil tierra que rodea la ciudad y en el Estado Mèrida se convierte en un escenario donde los agricultores locales despliegan sus habilidades y conocimientos para cultivar una amplia variedad de alimentos esenciales. La producción agrícola no solo abastece las necesidades alimentarias de la población, sino que también se erige como un símbolo de sostenibilidad y autenticidad en el contexto de la búsqueda de la paz.

Los agricultores merideños, arraigados en sus tradiciones y conectados profundamente con la tierra, desempeñan un papel crucial en la promoción de la paz mediante prácticas agrícolas sostenibles.

La adopción de métodos respetuosos con el medio ambiente y la preservación de las técnicas agrícolas tradicionales reflejan el compromiso de la comunidad hacia un desarrollo armonioso con la naturaleza. Además, la cooperación entre los campesinos y la promoción de ferias y mercados locales no solo fortalecen la economía, sino que también fomentan un sentido de solidaridad y colaboración, contribuyendo así a la construcción de una ciudad que valora la paz en todos sus aspectos.

Mérida se erige como un faro de paz no solo por su arquitectura histórica o su compromiso religioso, sino también por la dedicación incansable de sus habitantes a la producción agrícola responsable.

Los campos que rodean la ciudad son testigos del esfuerzo constante de los campesinos merideños, quienes, con sus manos laboriosas, cultivan la paz a través de la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y el respeto por la tierra que comparten.

Por esta razón, Mèrida es Ciudad Internacional de Paz.